jueves, 19 de septiembre de 2013

CARA Y CARA


Hay un corazón con forma de cabeza,
o una cabeza con forma de corazón,
no lo sé muy bien.

Me llama desde detrás de las hojas
de un árbol de color castaño.

A veces oculta su rostro
y resulta intrigante y agresivo,
otra veces aparta las ramas
y parece un ángel laico y dulce,
pensativo y observador.

Mi cuerpo ya tiene su propia cabeza
y nunca pudo permitirse el lujo
de prescindir de ella,
pero mi alma,
descabezada y descerebrada,
no puede resistir la fuerza de la llamada
y va, y va, y va, .....

Bendita sea mi alma. 

(Tano)   9-2013