martes, 28 de junio de 2011

NAUFRAGIO



Rictus de triunfo en el rostro curtido
del corazón del capitán pirata,
en sus orejas dos aros de plata
por dos veces Hornos, una Cupido.

Olor a podrido, carcoma y ratas
acompañaba la llegada a puerto,
ansiado final sin peligro cierto,
labor cumplida sin ninguna errata.

¡Viva la vida!, nadie había muerto,
planes de futuro, nueva ilusión
por el buen final del final abierto.

Pero en la bocana hizo aparición
la ola traidora que truncó aquel sueño
con fuerza inaudita y sin compasión.

FINAL ABIERTO



Corre raudo el blanco pájaro de ausentes alas
arrastrando su panza preñada a ras de suelo,
huyendo de la Madre,
la que le dio la vida y el desconsuelo,
en busca de la Amante,
dueña de la pasión y del desapego.

 Deposita sus huevos al calor de ese seno
en el ardiente nido de cemento,
por sus retorcidas venas
repletas de trampas y recovecos
pierden el norte y olvidan penas
dos azarados polluelos.

 Compases de piel oliva en los latidos,
aromas en la sangre de ajo y vinagre
reclaman las almas a recién llegados
que dejan embriagarse a sus sentidos,
sobrevolando piedras,
coleccionando cupidos,
anhelando sombras por las aceras.

 Un breve disfrute de la hembra moruna
de melodías y vísceras encaladas,
de infantiles risas y manos sudadas,
de historias del presente con final abierto,
para encarar dóciles el triste regreso
a la cruda realidad,
al maternal y ruidoso puerto.

lunes, 27 de junio de 2011

CANCIÓN DE UN HASTA SIEMPRE



Cuando aflore el desconsuelo y veas llorar tus ojos,
piensa también en los míos,
que están de continuo rojos.

 Cuando la pena te invada y te falte hasta el aliento,
respira mirando al sur,
que el mío va con el viento.

 Si vieras que las serpientes no te dejan de seguir,
soy yo quien las ha mandado,
para que cuiden de ti.

 Si al escuchar cualquier música te sonara a “Camarón”,
no creas que te has confundido,
que el que te canta soy yo.

 Cuando tus frutales pongan tu paladar en alerta,
es porque tu húmeda boca
aun mi sabor recuerda.

 Cuando corras el peligro de volverte a enamorar,
mi alma de toro bravo
buscará a quien cornear.
 
 Si un día las manos de otro te llegaran a tocar,
verás que esas no te queman
como yo te se quemar.

 Si una tarde de tormenta las gotas de sangre son,
seré yo, que ya me he muerto,
y quiero decirte adiós.

…Y haz lo que digan los truenos…
…que los truenos son mi voz…

viernes, 17 de junio de 2011

SONETO EN TARDE VIVA



En la puerta del cielo el corazón
serenado por risas en la hierba,
las pisadas mudas buscaban letras
y el Angel Negro selló la pasión.

 ¿Cómo iba a faltar la nube coqueta
a mojar celosa el bello aquelarre?,
abriendo paso a los nuevos amantes
la ciudad lució sus galas de fiesta.

 De besos de miel preñamos el aire
fundidos por el roce los costados,
fuera de aquello no existía nadie.

 Al anochecer tendimos la mano
a malabares y aromas morunos,
y aquella tarde dos vidas cambiaron.

VOLVER A JUGAR



Cambiar el paso a cambio de abrigo
sintiendo indolencia,
no cuentes conmigo,
para bien o para mal no lo consigo,
todo me duele y me falta la paciencia.

 Infantil parecerá mi posición,
para muchos carente de decencia
cuando hablo de sudor,
mas si falta el calor
a mi alma le remuerde la conciencia.

 Difícil mostrar lo que no siento
cuando hablo de amor,
mis palabras no hacen caso a la razón
y puedo causar daño,
o salir perdiendo yo,
pero solo, yo al final siempre me apaño.

 Son sus acais los que abrasan mis retina,
su risa cantarina me enloquece,
camelando sus rosas me lleno de espinas,
y aunque me pese
dejo jirones de mi piel por sus esquinas.

 Pero el amor no lo dan con garantía,
y a menudo trae defectos de fábrica
y renquea, y se para,
se funden las bielas,
afloran las lágrimas,
y  la soledad vuelve a plantar sus banderas.

 A pesar de todo, mi corazón inconsciente
tiene querencia a volver a jugar
y se me desdobla,
y cambia de canal,
se hunde en el barro más denso que encuentra,
y se la trae floja volver a palmar.
 

miércoles, 8 de junio de 2011

EL INCONSCIENTE ENGAÑA



 A veces necesitamos sentirnos víctimas
para poder arrojar la bilis de la ansiedad,
y si no hay ningún malo al que culpar
sin querer recurrimos a quien más nos quiere,
pero al no recibir los reproches que buscamos
los damos por hecho, y así ya tenemos
la disculpa ideal, sin darnos ni cuenta
de que recurriendo a la misma persona
con el pecho abierto y con tranquilidad,
su sincera actitud y su amor por nosotros
un mayor apoyo nos podrian prestar