Castígame por haberte engañado,
por haber derrochado tu don,
por negarme a caer en tus brazos
en el plazo que tu maldad me dio,
por no seguir tus directrices
y dejarme llevar por la pasión,
por haber derrochado tu don,
por negarme a caer en tus brazos
en el plazo que tu maldad me dio,
por no seguir tus directrices
y dejarme llevar por la pasión,
pero permite antes del castigo
que te pida un último favor,
mi Rey Satán, bendice te suplico,
nuestras almas,
que te pida un último favor,
mi Rey Satán, bendice te suplico,
nuestras almas,
nuestros besos,
nuestro amor.
5 comentarios:
EEEEEEEEeellllleeeeeeee.
No sabía que hubieras publicado tanto.
Ya dije, mi Tecla, por ahí arriba que un par de ellos son rescates de cosillas que andan por ahí desparramadas y que no me disgustan del todo, aunque son cortitos para lo habitual en mi.
Besossssssssss
Bueno, aquí está Felipe que ha usado su intelecto una vez más para ir contracorriente.
Hummm...resulta que me gusta este poema, sí, me gusta bastante.
"pero permite antes del castigo
que te pida un último favor,
mi Rey Satán, bendice te suplico,
nuestras almas,
nuestros besos,
nuestro amor."
Bonita súplica... aunque al que va dirijido...agggg me da mucho yuyu y prefiero hacer la vista gorda...
Eres un rebelde sin causa y sin remedio...Anda, besitos.
No siempre soy un rebelde sin causa, querida SETE. De vez en cuando la vida te proporciona alguna causa para dar rienda suelta a la rebeldía, ¿no?.
En cuanto a la venta del alma al demonio sí podria ser una metáfora con hiperbole incluida de algunos actos que se han sucedido a lo largo de mi vida, pero eso sí, yu de yuyus nada, que el diablo me respeta, incluso me teme, jajaja, y jamás haría nada malo a nadie que yo aprecie, jajaja.
Besossss
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