Arrugas en el
entrecejo
y dolores de cabeza,
fístulas y puntos de sutura,
escozores en la carne viva
del corazón del alma;
cerbatanas de envenenados dardos
y brechas abiertas
en la flor de los costados.
¿Sólo dolor?,
¿sólo llanto?,
¿sólo sueños cercenados?.
Ninguna noticia es la peor,
ni siquiera la muerte,
tan sólo otro accidente,
habrá que dar un rodeo
y no abandonar el barco.
Hay tiernas manos que
a puñetazos
derriban muros,
sedas que aguantan los desgarros
de cien puñales.
Hay plantas que arraigan en dunas,
y en las aguas,
y en los vientos;
que alcanzan el sol en su vuelo
pues sus alas no son de cera;
y lo tocan,
y sin dudar, lo atraviesan;
saben que del otro lado
saben que del otro lado
se ven los oros
que les esperan.
7 comentarios:
La vida, a veces, puede ser mucho más dolorosa que la muerte... COmo bien dices, la seda, `puede soportar, el mundo, -si se tercia- y, el acero, ser endeble como un hilo.
Buen trabajo, amigo, Ann@
Huellas que deja la vida, cada una ha filtrado en nuestras células la intensidad de lo vivido y eso es lo que somos, la experiencia, la historia que nos lleva a crecer en el asfalto, casi sin agua ni tierra.
El otro lado....eso ya.. se me escapa.
Besotes primo
Me ha gustado mucho este poema, Felipe hermoso, que ciertamente comienza y se desarrolla, en parte, con una circunstancia fatalista, derrotista, ah pero luego, antes de expirar, se eleva con renovadas fuerzas en la agorera búsqueda del oro que del otro lado aguarda...
Muy bellas esas emociones "in crescendo".
(En los últimos días te he percibido bajo de ánimos, deseo que te encuentres mejor.Mi abrazo)
Pd.- Quise decir "ansiada" búsqueda, perdón.
Querida ANNA, muchas gracias. Efectivamente, todo tiene su punto débil, incluso el acero. No sé si es preferible ser acero que prefiere troncharse antes que doblarse, o ser un junco que aunque le azote el viento se mantiene arraigado en su lugar. La seda muchas veces es más duradera que la pana sencillamente porque su belleza y suevidad invita a cuidarla más.
Mucos besos, amiga.
El otro lado quizá se nos escape a todos, queridísima ANA, posiblemente porque tenemos demasiado miedo a que nuestras alas no soporten el calor y caigamos en el intento. Cada uno tiene su otro lado personal e intransferible y llegar justo a él sin desviar el camino exige mucho de valor y de cálculo en la frenada, y eso, para los que somos más de tripas que de cabeza suele traer consecuencias jodidas, jajaja.
Muxuak, amiguísima.
Estoy bien, mi querida SETE, dentro de lo que mis achaques crónicos me permiten estar, jajaja.
Supongo que lo de mi estado de ánimo lo dirás por lo que escribo, pero lo cierto es que yo siempre me he inspirado más en los cuentos de Poe que en La Cenicienta, y me siento más cerca del mundo de Sabina que de el de Karina, jajaja.
Hay épocas en que me da por escribir cosas más optimistas, más que nada porque yo mismo intento no parecerme repetitivo cuando me leo, y también sé ver las cosa bellas de la vida.
De todas formas yo creo que la mayoría de los artistas (exceptiando, quizá a los pintores) han hallado más inspiración en momentos de soledad y "amargura" (quede bien claro que lo pongo entrecomillado). Si te fijas, tanto los poemas, como las películas, como las canciones de amor que más han llegado al corazón de la gente han sido realmente de desamor o de amores imposibles.
Lo cotidiano y, digamos, feliz, no levanta demasiadas pasiones ni para el escritor, ni para el lector. Al menos eso es lo que a mi me parece.
Hablando de Poe, he descubierto algunos escritos conocidos de él narrados en youtube que me han encantado y tengo intención de poner alguna aquí en el blog.
Muchos besos, envidia de todos los cármenes.
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