Sin pretenderlo me
inspiras,
me inspiras para después expirarme,
paseo raudo por tu vientre,
adioses de frío llameante,
celos,
palabras de amor desafiante
para mi vetusto anhelo
de sentirme tu amante
sin serlo.
Sorna en tu risa
sincera,
y a veces
reflejos en tu pelo,
mohines de niña mimada
en tu boca perfecta,
en tus dientes pintados de nácar
restos del almuerzo
en el que engulliste mi alma
que por siempre morará en tu esencia,
nadará en tus flujos,
y tú sin saberlo.
5 comentarios:
WAAAAOOOOWWW...vaya poemazo.
¿Sabes,Felipe? Tienes la maestría de descargar el peso emotivo de unos versos concretos, en apenas una palabra, a lo sumo dos.
Esto es algo que me fascina de tu escritura.
A lo mejor estoy desvariando, perdona, pero creo que se cumple esta "teoría" de manera perfecta (véase primera estrofa)en este precioso poema, el cual, además, es otro alarde tuyo de originalidad.
Encantada y llena de belleza me voy.
Abrazos.
No se que términios utilizar ya para agradecerte tu fidelidad y tu bondad al tratar mis escritos, querida SETE. Sólo puedo decirte eso, muchas gracias, y que si tú te vas encantada, más encantado quedo yo.
Besosss.
Un loco y apasionado sentir, desprovisto de vanas palabras.
Genial
Y un nuevo escueto y delicioso comentario tuyo, MARELLIA.
Besossss.
...que por siempre morará en tu esencia,
nadará en tus flujos,
y tú sin saberlo.
Joer nano, primo, maestro, genio, pitatón. ¡¡Que bueno!!
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