MIRA BIEN, IMBÉCIL

No siempre tienen un desenlace feliz,

ni se comen perdices al final,

ni el sapo es besado por la Princesa,

ni las zapatillas del mercadillo

están hechas de cristal.

Pero existen,

juro que existen,

aunque las historias

no sean como las que cuentan los cuentos,

aunque sean mas humanas,

más imperfectas y tristes,

más defectuosas e injustas,

más humanas, más humanas …

y, joder, tienen sus efectos,

y claro que tienen magia,

yo los siento,

por eso sé que tengo un Hada.

Y tú también la tienes, payaso,

mira bien a tu alrededor

que seguro que está delante de tu cara,

mira bien , imbécil,

si yo no pudiera sentir la mía,

si no pudiera olerla,

si no pudiera escucharla,

sería como volver

a convertirme de nuevo en nada.

Y cuando toca sufrir,

pues a joderse,

camarada.

(Tano)