martes, 27 de noviembre de 2012

INCOGNITA

 
 Un viento viene del sur
en mis noches de desvelo,
que trae contorno de costa,
tirabuzones de pelo
con dulce aroma de sexo,
olor que perfuma dedos
de una Diosa deseosa
de ser colmada de besos.
 
 Ignoro los animales
que pueblan su corazón,
¿cómo puedo yo saberlo?,
si no sé de los insectos
que hacen cosquillas al mío,
cuando despierto yo sueño
ser el dueño de su amor
y no consigo dormirme
intentando adivinar
el sonido de su voz.
 
 Ilusión con fundamento
y miedo a la decepción,
alternan en mi cabeza
a cada breve momento,
dejar paso a la sorpresa
sería la solución,
pero eso que llaman alma
necesita algo de calma,
y es difícil evitar
que en el conflicto intervenga
el sentir del corazón.
 
 Pedir quiero a mi diablo
que, si alguno sale rana,
el batracio sea yo,
pues más corazones rotos
no quisiera yo dejar,
que bastantes remordimientos
arrastro yo ya conmigo,
prefiero morir yo de frío
que apagar la posible hoguera
que en ella hubiera encendido.

8 comentarios:

Carolina O. dijo...

Mi gitano querido,

tantos son los versos que tocan la fibra mas íntima en éste poema... . Sigue escribiendo que tus letras arrastran los corazones de quienes te leemos.

Un beso,
Caro

Setefilla Almenara J. dijo...

Querido escribiente, este poema es de lo mejor que te he leído ultimamente. Precioso de veras.


Te envío un beso con aire andaluz.

Rita dijo...

Tano amigo, bellisimo este poema... sacrificio por algo que parece pequeño pero que en realidad no lo es... me gusto mucho. Besos miles

Tano dijo...

Lo cierto, CARO, es que estoy afrontando el invierno con un ánimo absolutamente desidioso. Tengo una desgana terrible para todo, y naturalmente esto incluye escribir, por lo que verás que estoy recurriendo bastante a los videos y cosas no habituales para no desaparecer de por aquí.
Este poema, la verdad, es que lleva escrito varios meses, aunque no me decidí a publicarlo pues no me gustó como quedó. Ahora lo he recuperado y le he rematado unas cosillas para que quedara un poco más acompasado, y lo he aprovechado.
Seguro que comentarios como este tuyo me ayudarán a quitarme algo la desidia, al menos la literaria, y me anime a escribir algo más, pues no quisiera perder al menos ese hábito.
Muchas gracias por tus generosos halagos y un saludo.

Tano dijo...

Mi querida SETE, como ya le he explicado a Caro, este fue un poema que en principio rechace, pues me parecía que no era agradable de leer debido a su falta de ritmo, pero ahora lo he retocado bastante, eso sí, conservando íntegro el contenido, y parece ser que he dado en la diana.
Muchísimas gracias y muchos besos, amiga, me alegro de que te haya gustado tanto.

Tano dijo...

Muchísimas gracias a ti, Rita. Confieso que sigo teniédote muy abandonada en cuanto a comentarios aunque te aseguro que te sigo leyendo. He leído varias veces lo de Baudelaire y me parece magnífico, ya te comentaré despacio, pues coincide con una charla que tuve con Marcelo acerca de este mismo autor.
Aaaahhh, yo te hacía por los fríos rusos, ¿no te ibas de viaje?. Bueno, ya nos intformarás en el face.
Muchos besos.

Huellas dijo...

Está cargado de sentimiento y al final lo del batracio le da un toque gracioso que vaya. Sabes...a medida que lo iba leyendo me salía música de él, no se si tocas la guitarra pero sería una bonita letra para una canción.

Besotes Tano

Tano dijo...

Jajaja, ANA, me has dado en el punto débil. El sueño de mi vida como escribiente hubiera sido escribir canciones, pero no sé tocar ni la pandereta. Nunca tuve ni el don ni la paciencia para aprender a tocar nada.

Y ahora viene la anécdota que siempre cuento. A pesar de no saber tocar ninguno, siempre he tenido una tremenda e irresistible atracción por los instrumentos musicales, lo que me ha llevedo a acumular dos guitarras españolas, una guitarra eléctrica, un teclado, tres o cuatro armónicas, unos bongos y alguna otra cosilla como una flauta dulce, algún instrumento raro de estos de viento que venden en los mercadillos, e incluso una flauta vietnamita de bambú que me ha traído mi hermano de uno de sus viajes, y a la que no soy capaz de sacar ni un silbido aunque me deje los pulmones, jajaja.

Bueno, soltada la chorrada de turno, te agradezco de nuevo tu visita, tu comentario y, sobre todo, tu cariño.

Mil besos y un abrazo abarcándolos todos.