Roja de sangre
es la alfombra
que se extiende
ante mi paso
por esas calles
malditas.
Las cucarachas
se aterran
al ver mis múltiple
sombras,
las ratas piden
clemencia
cuando esquivan
mis mordiscos,
y los cristales
estallan
si se mueve
algún visillo
expiando al
monstruo que habito,
todos temblando
de pánico,
he vuelto a las
andadas,
aquí no asoma
ni Cristo.
No respeto ni a
mi padre,
nadie se atreve
a toserme,
saben que soy
un mal bicho,
que no le temo
a la muerte,
que para acabar
conmigo
es preciso un
sacrificio
pues no me iré
de esta mierda
sin que con mis
propias manos
y sin un
remordimiento
a algún
bastardo reviente.
1 comentario:
Gótico total!!. Te mueves en todos los estilos primo.
Eres un mozzzztruo!!
Besotes
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