sábado, 2 de marzo de 2013

MUSA EN EXCEDENCIA


Debo estar mudando el pellejo de mi alma,
cuando lloro me salen carcajadas
y cuando río soy un mar de lágrimas.

Ya no puedo escribirte como antes te escribía
pues ya todo esta escrito de una y mil maneras:
escrito en rojo y en azul,
en tu espejo y en mi arena;
escrito nadando por el aire,
volando bajo el agua;
escrito trepando por el bosque,
escrito incandescente al brotar de la montaña,
escrito en los poemas,
en canciones y en papel emborronado,
y hasta escrito a duras penas
en algún dibujo coloreado.

Más contra todo, aún sigo escribiéndote
aún sabiendo que no te hace ni falta,
y aunque tengo a la musa en excedencia
sigo sintiendo en mi la devoción
y te tengo que escribir tal como salga.

(Tano)

1 comentario:

Huellas dijo...

Miauuuuu, lo digo por mi calidad de felino aunque me había salido el cánido. Delicioso poema de entregas a la musa que no recibe.

A veces pienso que los amantes de verdad son aquellos que nunca llegan a materializarse... llámame loca...


Abrazossss