Y ya, sin miedo, viola el juramento
que presumiste imposible de incumplir.
Caer bajo era la única forma de elevarse.
Poner alto el listón fue nuestro pecado original.
Tanto gusto por la flor dispuesta a perder los pétalos;
en creciente, a contraluna, negando la primavera…
cada pétalo que sangra es un recuerdo que no muere;
aborto de un beso futuro en cada gota de sangre.
Mujer…mujer ¿Qué clase de flor eres?
¿De florecer entre trigos o de mimar en jardín?
¿cazadora de sol o soñadora en mi sombra?
Me mata ver nuestras vidas marchitarse en un jarrón.
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