El mundo se derrumba y tú te piensas que existen multitud de manos amigas dispuestas a sujetarte a flote.

Olvídalo muchacho, las veletas sólo apuntan al sol que más calienta en cada momento, y a la hora de la verdad ... ¡sálvese quien pueda y si te he visto no me acuerdo!.

No existe mundo menos hipócrita que el de las cloacas, ni actividad más leal que la de la prostitución desnuda, de esquina y descarnada, ni personas más consecuentes que los asesinos en serie.

Lo demás, todo gestos pretenciosos y ostentosos ... bazofia más o menos sofisticada, en definitiva, falsedad.

Seamos decentes pues, y pequemos, violemos sistemáticamente todas y cada una de las actitudes bien consideradas ... y de esta forma, salvemos nuestras almas.

(Tano)