Tengo un extremo de un hilo partido
tirado en el suelo.
Un receptor huérfano y viudo,
siempre prendido,
vive encerrado en la jaula de huesos.
Se expande ante mis ojos el universo,
el horizonte se aleja sin yo perseguirlo,
yo ... permanezco,
pero mis venas aún pueden soñar
y mi corazón gotea en silencio ...
(Tano)
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