miércoles, 11 de junio de 2014

UNOS OJOS PARA DOS LLANTOS (Hacia adentro)


Al salir del funcional y frío edificio
se abría la mañana invitando al paseo,
pero no paseé
y corrí a encerrarme en mi pellejo de acero.

Siglos de barbecho y en unas horas
la sangre había fluido de nuevo
… fugaz.

En el adiós
me envolvió un aura de llanto sincero y ajeno
… fugaz,
pero yo no lloré,
yo nunca lloro,
el hormigón amasado con mis miedos
me levanta tabiques en los lagrimales
y sólo lloro hacia adentro
… hacia el estanque que conforma mi pecho.

Después, tan sólo observar esa espalda
con mi mirada sin vida
… fugaz,
una mirada sin siquiera acuse de recibo
… mejor quizá.

Si en alguna ocasión
… fugaz
te sorprendes volviendo a llorarme,
que brote mi llanto también por tus ojos
para que yo también me pueda aliviar.

Achica las lágrimas del mar
en el que aún nada mi corazón;
me llegará
… intenso.

(Tano) 8-6-2014

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