Me ama, sé que me ama.
Me regala el oído con milagros sonoros;
me acaricia el
cuerpo con unas manos de bruma caliente;
me desea a su
lado siempre;
imagina su
vida sin mi
y no la
concibe;
se siente
importante
por tan sólo
tenerme a su lado.
Me ama, se que me ama.
Me eleva hasta darme marchamo de dios;
cuanto mas
alto, más grande será la caída,
dice la gente;
no debo caer,
no puedo caer, no quiero caer,
se lo debo a
ella como le debo la vida,
como le debo
el aliento,
como le debo
mi quiebro a la muerte.
Me ama, sé que me ama.
Aferraré a las nubes mis uñas
para no caer,
hasta con
ciclones he de pelear
a cuerpo
desnudo
para no caer,
con la
endiablada frecuencia del colibrí
moveré mis
brazos sin plumas
para no caer,
me abrazaré
con la fuerza de un oso
a su cuerpo de
ninfa
para no caer.
Porque,
…la amo, sé que la amo.
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