Un año después
perdieron fuerzas las risas,
muchas lenguas se han cortado
y se ha hablado con respeto
en el estrado del cielo
donde habitan diputados.
Un año después
se va enfriando el asiento
que quedó viudo del culo
de aquel agotado viejo
que con fuerzas renovadas
vuelve presto a las trincheras
por plantar su último árbol
que dará sombra a los pastos
de futuras primaveras.
Un año después,
aunque algún detalle ha cambiado,
aunque a la casta bandera
le ha salido algún morado,
las cosas van a peor;
pero al menos me consuela
sentir como a un rayo de sol
que “el pájaro azul” aún vuela.
2 comentarios:
Y seguirá volando Tano, mientras el coraje no nos falte y estemos unidos.
No perdamos la esperanza, la voz se oye aunque se pongan orejeras
Un abrazo
Lo que hace falta es que el exceso de propuestas al evitar el liderazgo no disipe tanto la esencia que acabe por esfumarse, queridísima ANA. Ya sabes que quien mucho abarca...La utopía es imprescindible para el avance, pero los pasos que llevarían a ella han de ser firmes y seguros.
Muxuuuuak.
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