lunes, 21 de mayo de 2012

AMOR VERDADERO




 Amo el tacto de la goma
de esa muñeca desnuda,
su rapado cabello,
su sabor;
a la que cosí la vulva,
seccioné las manos
y arranqué los ojos.

 No podrán disfrutar sus retinas
de la visión
de mi atlético cuerpo de Apolo
ni de la de mi sexo precioso.

 No recorrerán sus dedos
la suavidad de mi piel,
ni sus ansiosas palmas
oprimirán mi torso,
ni sentirá su vagina
el empuje
de mi ariete poderoso.

 Quieta,
silente,
muerta,
siempre a mi lado tumbada
esperando con paciencia
sin poder sentir mi peso
una caricia en sus pechos,
en sus glúteos,
o en su pierna.

3 comentarios:

tecla dijo...

Pobre muñeca, ella. Tan bella y tan vacía. Tan triste como abandonada en un baúl.

Tano dijo...

Peor TECLA, pues además la he mutilado. Pero tan sólo es una muñeca, no creo que haya nada estipulado en el código penal sobre el tema. A mi me daría más pena el mutilador, pero no te preocupes eh, que yo solo soy el autor del poema, aún no me halcanza la locura para llegar a eso, jajaja.
Besazo.

Tano dijo...

Ya sé que "alcanza" es sin "H", no sé de donde coño ha salido, jajaja.