lunes, 23 de marzo de 2015

PEQUEÑAS HEMORRAGIAS VI:



¿Alguna vez te has sentido castigado por crímenes que no sólo no has cometido, sino que ignoras incluso su existencia y su naturaleza?.
¿Alguna vez te has entregado en cuerpo y alma y has fracasado sin saber si se ha debido a tus equivocaciones, a tus torpezas etc, o simplemente eres víctima de una respuesta injusta?.
¿Puede haber respuestas injustas cuando nadie te ha pedido esa entrega?.
¿Puede una respuesta ser justa cuando de la noche a la mañana cambia su color del blanco más radiante al negro más lúgubre?.
¿Es posible que quizá nunca habrías merecido ni siquiera una respuesta?.
Dudas ... dudas ... dudas ...
¿Puede ser que, a pesar de estas dudas y los dolores que te originan, mantengas inalterados tus sentimientos más profundos?.
¡Sí ... yo sí!.





Respira hondo, relájate y piensa, o mejor aún, siente.
"Love is in the air", dice una canción, y el viento va y viene, pero el aire siempre permanece.
Puede ser ocultado por el sonido del viento, como las melodías pueden ser alteradas por interferencias extrañas en las ondas, pero siempre permanece.
Puede ser no percibido por no apreciar la rutina de respirar, o porque un olor imaginario consiga que intentemos no inspirarlo, pero permanece siempre.
"Love is in the air"... "true love is is the air" ...





Te están engañando.
Todo eso ya está inventado.
Con buenas palabras y paisajes idílicos domestican tu comportamiento para intereses bastardos y corruptos, nadie vive en la más hermosa opulencia si haber dejado en algún lado algún cadáver.
Están del mismo lado que esos que te repelen.
Investiga personalmente, ata cabos, los datos está claro que los tienes, y verás el motivo por el que hay campos en los que llueve el maná, todo está escrito con tu letra en las paredes que te ro
dean, y fresco.



(Tano)

1 comentario:

Marinel dijo...

Lo cierto es que nos pasamos la vida dudando. La vida en sí misma es un cúmulo de interrogantes desde el instante en el que desconocemos su origen, así que...¿cómo no dudar?
El entorno nos moldea, los sucesos, en muchas ocasiones nos oprimen y éstos, vienen casi siempre, hilados por manos indiferentes que nos tejen prisiones de las que nos cuesta discernir lo bueno de lo malo...
El mundo es cada vez más una celda y nosotros, sin querer, contribuímos a encerrarnos en ella.
Un abrazo.