Inusualmente
lívida la piel del capitán del nenúfar
que baila al
compás marcado por el oleaje
surgido del
goteo suave que entona el manantial.
Muerte dulce en
mitad de la charca dorada.
Origen del
cauce que hace tintinear misteriosos acordes
a las ramas de
los sauces que alcanza a besar
en su
peregrinar en busca de la mar.
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Sobrevolar,
nadar,
mojarme,
ahogarme,
... cualquier
opción me vale.
Dejarme llevar
por la corriente
... sólo si la
corriente es tu corriente.
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Noche fría,
dicen los meteorólogos, ... muy fría,
en mis tripas los Árboles no se desnudan de sus Hojas
y mi sudor no desprende mal olor.
¿Que Aromas compensan los retoños de mis poros?,
¿de donde surge tanto Calor?,
en mis tripas los Árboles no se desnudan de sus Hojas
y mi sudor no desprende mal olor.
¿Que Aromas compensan los retoños de mis poros?,
¿de donde surge tanto Calor?,
¿de que
manantial mana el Agua que calma mi sed?
(Tano)
1 comentario:
Bellísimo, primo, me gustó el poema y cada una de sus estrofas/ partes. Un abrazo.
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