Duermevela,
quiero y no puedo
o puedo y no quiero conciliarte
para nada;
desato tanto pensamiento
que no concreto,
me pesan las ideas,
me pesa el esqueleto
y sin moverme lo quiero todo
y todo lo tengo,
todo y más
de lo que merezco.
Registros de sueños,
reales sueños que solo despierto
adquieren sentido,
quisiera quedarme dormido
pero tengo miedo,
a veces estando dormido
se ausentan los sueños,
los que son reales
y me dan certeza
de que no estoy muerto.
Onírico estado
que aletarga dulce mis huesos,
que nubla mojado mi mente
y que trato con rabia de risa
que empuje mis velas
para adquirir movimiento
y tener todo preparado
cuando llegue el momento.
Suave piel
que pondré como un traje ceñido
sobre mis miembros,
a visitar oficinas,
a saldar deudas,
a levantar muros nuevos
derribados por negros delirios
que asolaron mi vida,
a elegir junto al mar
el ansiado hogar
donde una luna fusione las almas
en un solo cuerpo.
4 comentarios:
Me confieso admirador de este poema. ¡Eres grande!
Un abraso
Buenas noches Felipe:
Esta es la segunda vez que lo leo, hoy lo he hecho en voz alta, que es como se le hace justicia a un poema, en mi opinión. Me gustó, me gusta y me gustará. Por las imágenes y por tus pensamientos e ideas.
Además decirte que la última estrofa ha echado a volar y ha sido bonito verla elevarse y elevarse...
Gracias, un beso.
Sete
Estatura media, PEPE, jajaja.
Muchas gracias por tus visitas y tus comentarios tan generosos, primo.
Abrazo.
Tus comentarios, SETE, son los que hacen que mi ego vuele más alto que esa estrofa que comentas. Mil gracias.
Besos mil.
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