Aunque ya haya
ocurrido
el seguro desenlace
no manarán lágrimas por mi,
por mi deceso,
que rieguen las semillas de mis ojos
para que las flores que broten
sustituyan a los besos.
Si lo dudáis,
venid a verlo;
que si no muero,
me hago el muerto.
Al no verlo en los
diarios
nadie exhalará un suspiro,
ni me escribirá un poema,
y no me podré quejar
de que una doliente amante
no me tome de la mano
fría como el invierno,
ni me envíe
señales para guiarme
en busca del bello infierno.
De la pedrada en la
frente
ni me salva la ilusión
ni me sirve suicidarme
para sacarme de dentro
de la estrechez de mis sienes
la mortal desilusión.
Pero tú,
siempre conmigo,
transcendiendo el cementerio
y más allá de la duda,
pondrás un beso en mi tumba
ya que en mi amago de vida
no pude abrazarte,
el cual será mi consuelo
al mostrarme que a la Luna
le ilumina el corazón
besar el costado a Marte.
5 comentarios:
Final de esperanza para trayecto incierto.
Una delicia
smuakkkk
Sumamente lacónico tu comentario, tan lacónico como expresivo y claro. Eres única sintetizando, maestra. Mil gracias.
Te beso, amiga.
Un poema de emociones abruptas, que voltean el estado de ánimo;tú consigues. Placer el leerte, pedazo de poeta. Beso fuera del tiempo y del espacio.
Sete
Dicen que la belleza no está en la obra, SETE, sino en la mirada del que la observa. Tu mirada hace que mis poemas parezcan bellos, y tus comentarios los subliman, mi querida amiga sureña.
Mil besos.
Te quiero amigo, me dejaste sin palabras.....
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