Frotó la
lámpara, apareció el genio
y pidió tres deseos:
Un mar,
un cielo
y un calor.
Mañana, ... dijo el genio.
Retiró el cañón del revolver de su boca,
... y al día siguiente
ella apareció a su vera y tomó su mano.
Esta vez no era una fría mano.
(Tano)
16-2-2014
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