Línea espumosa, perversa y ondulante,
diseñada siguiendo las pisadas
del beodo superviviente
gracias al aliento húmedo y anhidroso
exhalado por los amantes pulmones
sobre los que aspira a reposar su delirio.
Tifón de sangre amenazante
en su embate por inundar el gris
donde se erige el hogar,
tan sólo cubierto por un techo de luz prestada,
luz caprichosa y voluble
como el abrazo lejano que,
en oníricas ocasiones,
abriga las gélidas noches
del más caluroso verano.
Allí te aguarda mi cuerpo ajado,
puente tendido y permanente
en espera de tu presencia en mi esfera,
de las huellas de tus pies sobre mi piel,
cuando en tu deambular por la vida
decidas ser mi motivo
para dejar de ser puente ofrecido
y transformarme en caricia perenne.
(Tano) 10-2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario