Deseos y certezas
enfrentadas,
sentimientos en lucha,
confianza combatiendo la ansiedad
de peligrosos escenarios,
cercanías tentadoras
que el insomnio no podrá evitar.
Duele en las tripas
calando hasta los huesos
la ocupación bastarda de mi nido,
el robo del aroma y del aliento
que calientan la sala de mis sueños
relajando contracturas del camino
que lleva al firmamento
tejado de mi mar.
La esperanza está en
la fuerza
del cofre del Tesoro;
el amor por mi Universo
será el agua bendita
que apagará las llamas
que abrasan las brumas que respiro,
y el fragor de mi saliva
escupirá al veneno
que la horda de bárbaros heridos
me intentan inyectar.
No seas estúpido,
relájate y respira,
que lo que ocurra, para tanto no será,
Chaval.
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