viernes, 7 de septiembre de 2012

MIEL EN LA BATALLA

 
 
 
 Mañana de fuegos de artificio,
reventaron las estrellas,
orgía de algas en el fondo del panal
de dos semiuniversos en lucha,
las dos únicas almas
que soñaban dormidas.
 
 Hasta el derramamiento de sangre
bregaron los tornados carnales,
vieron las calles ampliarse,
vieron las fachadas relucientes
como cuerpos esculpidos
escoltando su amoroso caminar
por los empedrados
salpicados de recuerdos de madroños.
 
 En las terrazas de los bares
emitían perfumadas  melodías
los cocidos maragatos,
los comensales cesaban sus quehaceres
para admirar el acento de esos ojos
que escudriñaban todo,
mas esos exultantes corazones
no se detenían,
ni podían,
ni querían.
 
 Se sentía en el ambiente
que aquello sería eterno
aunque sólo uno de los dos
lo sabía.
 
 

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