martes, 5 de abril de 2011

DENTRO DE LA BRUMA



El Espíritu Niño envuelve todo con su bruma,


bruma de azogue y de púbica humedad,


se entrelazan caóticos los arco iris


despojados de la ausencia y de la totalidad.



No habrá sonidos, solo palabras,


no atronarán los ruidos si no hay presencia,


tan solo se comparten canciones,


algunas canciones


en distintos momentos


con diferentes oídos y pensamientos.



El Espíritu viejo y gris solo mira,


mira y admira su sueño revelado,


sin alas no puede volar,


ni encontrar el prisma que rompa el blanco,


ni encontrar la sombra que le arranque el llanto.



No puede haber celos


pues nada puede abarcar al Universo,


no puede existir rencor


pues nunca hubo encuentro.



Un alma envuelve a otra sin saberlo,


Y ríe, y juega, y su belleza semeja burla,


burla que enloquece a la presa,


y la enamora.



Mutadas en cemento, las lágrimas no afloran,


no brotan y se atragantan volviéndose requiebros


para su ignorante y pérfida raptora


que no puede verle llorar, porque no llora,


solo sufre pena sin quererlo reflejar,


y entonces sonríe y canta,


besando a la bruma sin parar


canta y disimula hasta el final.



¡Y muere!.


5 comentarios:

Isabel Soriano dijo...

Tanito, te siento en este poema mucho más profundo, más hondo. Distinto a todo lo que te he leido hasta ahora.
Me gusta..mucho, mucho. Es de esos poemas que se leen y releen más de cien veces.

Talentoso!!
Besotes.

Tano dijo...

Querida ISABEL: Creo que tengo más cosas publicadas con un estilo parecido, aunque quizá traten de otros temas....en fin, mejor me fío de tu opinión, pues, a mi parecer, es una imprudencia autojudgarse.
Es una forma de escribir que me encanta, pero con la que me da miedo meterme porque creo que no la domino demasiado bien. Tus halagos seguro que me aportarán valentía para entrarle con más frecuencia, pues ya te digo que es un tipo de poesía que me encanta como lector cuando me parece hecha con gusto y emoción, y también la que más me apetece a la hora de escribir.
Tambien tengo algo de miedo a ponerme demasiado intimista y que en vez de bello pueda parecer vacío y ostentoso, que de todo hay.
Si ves que me paso, me corriges, confío en tu sensibilidad y buen gusto.

Aprovecho este comentario para decirte, con absoluta sinceridad, que, a mi modesto entender, día tras día te superas con tus fotos. Cada dia veo lo nuevo que publicas, pero hay algunas con las que me ocurre como lo que tu dices de este poema, que por mas que las veo, tengo que volver a ellas, aunque a veces me cuesta encontrarlas, ¡tienes tantas!.

¡Mogollón de besos, mi blondita!

Isabel Soriano dijo...

No te preocupes por buscar las fotos, tengo en mente hacer "algo" (todavía no sé cómo) para que se puedan ver todas de una tacada. Está en estudio. No manejo muy bien esto de la tecnología punta en herramientas sobre gadgets informáticos, pero seguro que lo encuentro.
La poesía intimista es la que más me gusta, surge desde tu interior y sin pensarlo. No hay que buscarla, simplemente está ahí.

Besazos Tanito.

Carol Love dijo...

..pero algo queda.

Es el encuentro una banalidad fortuita. Tantos encuentros ocurren entre plazas de cartón y muros de cera. Todo se derrite, menos el canto. La belleza en la flor, la vida entera.

La conexión certera resiste años, cuando la flecha da justo en el blanco, y nada más, nada más importa.

Tus versos son música de la piedra. El espíritu la moja, la envuelve con mil mareas. Se vuelve barro y llora, persiste el canto.

Qué más decirte...? Tus melodía es piedra, marea y canto. La luna no se duerme pensando en ella.

Besos a montón.
(Hermoso queda mi dibujo acompañándola, gracias Tano)

Tano dijo...

Y tu comentario es un alarde de belleza, sensibilidad, y más belleza, y más sensibilidad....uf...con lo difícil que esto es y tu lo llevas tatuado en el alma.

Me reafirmo en mi comentario en "ser tu....". ¡Que cabecita la tuya!

Tus dibujos quedan bien con cualquier cosa. Expresan tanto que son como la sal, que realza todos los sabores.

¡Muuuuaaa, Princesa!