viernes, 5 de septiembre de 2014

LAS PIEDRAS Y EL PEZ (que no el pescado)


Sobre el madero, flores,
sobre las flores, una piedra.
En el madero, unas palabras,
dos piropos, nada obsceno,
dos obviedades de asceta.

Sobre el puente de piedra, flores,
hoy blancas, mañana rojas,
el lunes con aroma de lavanda
… y al paso de la sonrisa
siempre puesta la camiseta.

Entre los blancos zapatos, flores,
las únicas a las que se buscó aroma
sin que algún aroma tuvieran;
de momento … sin colores,
siempre blancas,
que si no hay formalidad
las confianzas no se sujetan.

En el horizonte,
más allá del azul,
más allá de la espuma,
más allá de la espuma
de la otra orilla del azul
… un pez en un reflejo,
no sé si azul, o vede, o blanco
… no, es el único pez dorado,
pero … ¡cuidado!,
de un pirata a navegantes,
que ese pez
será por siempre un pez,
que ese pez
nunca será un pescado.

(Tano) 9.8.14

No hay comentarios: