No hay fuego
que no haya nacido de algún corazón
ni cántaro moldeado sin tu presencia en el
barro.
Vueltas y vueltas buscando una razón para
abandonar
y siempre la misma respuesta:
ninguna,
y siempre el mismo destino:
tú.
Mi mirada, antaño de voraz depredador,
ya sólo distingue una imagen:
tu dorso;
mi olfato, un aroma:
tu estela.
(Tano)
8-7-2014
2 comentarios:
¡¡Hermoso poema Tanito!!! Vivi
preciosura,grande poeta
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