miércoles, 10 de julio de 2013

NI YO, NI TÚ, NI NADIE


Quita las ganas de replicar
cuando se insiste en el intento de convencer
del error en los sentimientos ajenos.

Se impone el autoanálisis
de cuando esos mismos sentires fueron propios,
y se lloraron en voz alta,
y se criminalizo a actores pasivos
que supieron comprender y perdonar
nuestras afrentas.

No me culpes por el día
en que alguien de mi misma estatura,
tal vez con mi mismo color de cabello,
te destrozó el corazón,
permíteme ser humilde
y que te conceda la razón que llevas,
pero tampoco intentes dictar sentencia
sobre lo que nunca nadie,
ni tan siquiera tú,
pudo controlar.

Nunca supe como funciona esto del amor,
tan sólo sé como funciona un motor de explosión,
las transmisiones por cadena
… y también por cardan
… y por correa dentada,
pero creo que en estos asuntos
nada influye la mecánica,
y con frecuencia,
quizá con demasiada frecuencia,
a todos nos falla la intuición.

1 comentario:

Huellas dijo...

Que nos falla la intuición es porque estamos muy lejos de nuestra esencia Tano. Me ha parecido precioso el modo en el que reflejas eso tan habitual de "juzgar" y que tanto daño hace. nadie nace con un libro de instrucciones y la vida nos lleva por derroteros que quizás nunca pudimos imaginar que llegaran pero ahí están, para que aprendamos aunque tropecemos 40 veces.... somos así.

Muxuak