domingo, 7 de abril de 2013

TRABAJO



Los cocodrilos pueden partir de un mordisco un jabalí,
yo fácilmente podría seccionar el cuello a cualquiera
sólo por el hecho de tener la osadía
de ser peor persona que yo.

Los espíritus del bosque forman manadas
que laboran duramente para encontrar alimento
sin darse cuenta de que entre las ramas 
estoy yo riéndome de ellos.

Mejor no sacar a pasear las alforjas
si no corren buenos tiempos para los cauchos rodantes
y las larvas ya no se tornan mariposas.

Creo que ha llegado mi hora,
a partir de ahora no tendré clemencia
y dominaré el mundo.

Llegó la hora de que todos sepan
que soy todopoderoso y que soy feliz
haciendo de sus vidas un auténtico infierno,
aunque la Luna se encuentre escondida tras las nubes,
nubes tan espesas
que ni siquiera me permiten escuchar sus susurros.

1 comentario:

Huellas dijo...

Si que amplías miras Tano... te revuelves entre dulces susurros y huecos eternos.

Felicidades!!

Besotes