viernes, 17 de agosto de 2012

PESA




 Pesan las horas
como pesa el anuncio
de una muerte programada,
inmediata,
dolorosa.

 La inconsciente utopía
estalla en la cara
del arrogante bandolero soñador,
delineante fraudulento
de cascadas de dulce de leche
petrificadas en cal
por la tórrida sequía
que supura la distancia.

 Pesan como plomo los minutos
lastrados por el “no saber”,
oscurecidos por presagios
de cadáveres de corazones;
retorno del alma
a su solitario rincón
abandonado de cuidados,
cúmulo polvoriento
de pasados sin futuro.

 Desnuda la realidad
su cara oscura
y la Parca vuelve a ser
fiel compañera.



2 comentarios:

Setefilla Almenara J. dijo...

Uff...fuerte, fuerte.

La segunda estrofa es brutal, es la cumbre emocional del mensaje, a partir de ahí todo busca la calma... Es precioso

Un beso

Tano dijo...

Me encanta que a una poeta de tu altura sea capaz de emocionar un poema mío, querida SETE. Yo si que tengo motivos para decir: uffff.

Besotesss.