Con la cópula como
meta
aceleraban su paso
los cuerpos de los embriones
recientemente engendrados.
Deseos de dibujar la
espiral,
nunca completar el círculo.
Acerado tornillo sin
fin
transmitiendo el girar del motor
a las ruedas de lo cotidiano,
las hélices de la pasión
y la atmósfera de placer
del aire acondicionado.
Solo queda dejarse
arrastrar
por las órbitas de los astros.
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