Ya me agarró el escalofrío.
Ocurre siempre que se acrecienta la presencia caliente y el
aroma a flores y ladrillos húmedos.
Cuando avance la noche y regrese el frío de la piedra, recurriré
de nuevo a la indolencia y al sueño utópico de pizarra o cal.
No es mala la utopía, algo hace avanzar, aunque sea por el
camino de una ilusión ilusa.
... ¿El amor? ... ¡El amor!.
(Tano)
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