Prometo, cada día, despertarte con un beso,
aunque no esté,
aunque esté lejos,
aunque yazca bajo el suelo.
... Después podré, cada día,
regresar feliz a pudrirme
regresar feliz a pudrirme
entre la carroña del infierno.
Nunca hallé el sentido a mi vida
pero encontré sentido a su fin:
Alimentar buitres muertos.
(Tano) 30.11.14
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