lunes, 20 de mayo de 2013

SOBRE FE Y SOLIDARIDADES


Creo que la historia demuestra que las evangelizaciones han sido por regla general más un mero instrumento del poder del momento para la domesticación de los pueblos "evangelizados" que un instrumento para su progreso.

Las cárceles y los barrios marginales están repletos de tatuajes de crucifijos y alusiones religiosas, sin que ello haya impedido que la marginalidad y la desigualdad hayan desaparecido, sino que incluso se han acentuado.

El siguiente paso es la instalación crónica de la caridad como único camino para poder hacer algo al respecto. Ninguna jerarquía católica se ha manifestado jamás en contra del sistema absolutamente injusto que maneja el mundo, al contrario, siguen predicando el principio de poner la otra mejilla.

Si se quiere afrontar estas situaciones habría que hacerlo por adoptar una posición beligerante hacia el opresor y una educación adecuada y al margen de convencimientos religiosos a la gente marginada. No se trata de fichar vocaciones, sino de conseguir la mayor justicia social posible.

Se puede ser perfectamente buena persona sin ser creyente, el hecho de ser bautizado cuando no se tiene uso de razón ni información no cimienta comportamientos ni creencias; que no se apunten tantos socios.

Y luego, con toda la información disponible, cada uno que crea en lo que quiera, eso es absolutamente respetable.

Pero, por favor, sin dar más por culo y autofinanciándose si quieren montarse finquitas y guatequitos.

(Tano)

1 comentario:

Huellas dijo...

Las religiones siempre han sido manipuladas para atemorizar al pueblo y obtener beneficio y sometimiento a través del miedo.
La necesidad de los seres humanos por creer en algo superior ha hecho que se acaten estas "versiones" de los auténticos valores.
Lo mismo ocurre con la política, en origen, los principios pueden ser buenos pero siempre llega el egoismo y el ansia de poder y todo se desvirtua.
No me resigno al silencio, aunque a veces se sienta tanta impotencia.

Abrazos