Habrán cambiado las baldosas de tus aceras,
que aquellos pies violaron
y dejaron a medio desflorar
cuando, prendado de tu brillo hasta las cejas,
anhelaba recorrer todas tus venas,
ser tu sangre, no poderte abandonar,
deseando que a nadie permitieras,
que te abriera, te podrías desangrar.
Vieja plaza transformada en Plaza Nueva,
Sierpe inquieta como un badajo de Campana,
tus dos Torres como una carita gitana,
son dos acáis haciendo guiños de Sultana,
provocándome suspiros al pasar.
Las pisadas parecían deshacerse
como terrones, y tenían que parar,
lloviera o no lloviera sobre la piedra
que tapizaba el lomo de tu Puente de Hierro,
testigo de tantos besos, tantos excesos;
Caminemos, mi gitana, que el Altozano espera.
Las aguas parten en dos mi alma,
de una orilla un perfume marinero,
antiguo, trianero;
De la otra un latir de corazón
excitado por el olor del olivo,
olor a sangre, olor a albero,
a Puerta de Príncipe, a boquete de pitón.
Mes de Abril, ¡que envidiado privilegio!,
que el universo no consigue digerir;
No comprenden, los muy necios,
que tu merezcas un mes
diseñado solo para ti.
Vives Mayo aparcada en la cuneta,
dejando paso al duende de otra tierra
que se engalana para mostrar su belleza;
a descansar, que Córdoba ya llega.
Torre, torrente de canela mora,
con cristiana tiara profanada;
Otra Torre, espectro de aduana,
donde aún suenan ecos de cadenas.
Faros de esas aguas perezosas,
que transcurren lentas,
aferrándose a tus muros ansiosas,
pues la marisma les llama, y marcharse les da pena.
Habrá muerto el limonero que lloraba
cuando, en una nube, nos recitábamos poesías,
su mejilla siempre acariciando la mía,
nuestras pieles desnudas abrazadas;
los sudores, como un rocío estival,
vientres abajo, hasta mojar los sexos,
acoplados como engranajes perfectos,
sin conciencia, sin consciencia……sin moral.
Políngano de “mercaderes” y “feriantes”,
de viejas voces de arena y alquitrán,
donde yo entraba, con andar desafiante,
a “comprar”, a “morir”…….a “respirar”;
A alocar mi cabeza con sus cantes;
A dormir mis sentidos con sus jugos
a granel, en jeringas de las de antes;
Políngano de cadáveres andantes,
y de embrujo, y de arte.
Arrabal sucio y maloliente,
que diluye las entrañas como sal
cuando atrapa fieramente con sus dientes.
Del Cerro al requebrado Triana
por el Hierro o por San Telmo, ¡Que más da!,
taladrando el corazón de la ciudad,
y de vuelta, de Chapina, al Plantinar.
De Nervión, por San Bernardo a María Luisa,
a beber aroma de jardines
y gozar su sexuada brisa .
Sentir que son acariciados
mis pies caminando por Colón,
atravesando el lecho plateado,
por esa bulería que suena en el Tardón.
De Los Remedios aún llega aroma a Feria,
fritanga y manzanilla de Sanlucar,
moviéndose ceñidas de lunares
las muchachas dibujan sevillanas,
dulces como la caña del azúcar.
Por Julio estallido trianero,
calle Betis, sudores, cuerpos dorados
bailando hasta quedarse sin aliento;
Los reflejos en el agua, boca abajo;
A “pescaíto” de “Velá” saben los besos.
Los Domingos,
salpicados de verdiblancas banderas,
hay ambiente de Cruzcampo y balompié,
el triunfo o la derrota poco importan
a los chavales cuando bajan por Palmeras.
Al final, visita en común al puerto,
a comentar y a blasfemar el desencanto,
un consuelo, no sería para tanto
si nuestro ariete hubiera estado más certero.
Toda tú formas parte de mí,
hasta el nicho me has de acompañar,
tanto amor sentí y siento por ti,
que sangre lloré al tenerme que “najar”.
Y las ricas acedías se espantaban,
al sentir que sus aguas no fluían
con su habitual alegría,
con su perenne melodía,
y sangraban, por mi llanto envenenadas.
(Mi amante fiel, ¡que infiel te fui!)
7 comentarios:
He llorado Tanito, creeteló. Tu amor por Sevilla es grande y hermoso. Tus recuerdos allí vividos los plasmas con tanto fervor que hasta me parece haber estado allí compartiéndolos contigo.
Me averguenzo de no poder sentir el mismo amor que tú a la tierra en que nací. Qué curioso, quien allí no nació, lleva en su sangre más sentimientos.
La has pintado con unos colores tan hermosos que es imposible enamorarse de ella.
Gracias Tanito...gracias por acercarme a mis raices.
Mil besos.
Cahis en la mar, a ver si a al tercera escribo bien. !Voy!
No es un buen soneto, puesto que no tiene la métrica adecuada, pero es lo primero que me ha surgido al leer tus palabras.
Te prometo uno bien hecho.
Mi cuerpo y mis carnes he vestido
de acontecimientos lúdicos, libres
de ataduras , desbocado y febril,
sin penas, viviendo la vida sin cordura
Pisé baldosas bailando, saltando
de un lado a otro sin pensar
en el futuro que se acontecía
los días venideros, ¡qué locuras!
Mis sufrimientos fueron enterrados
bajo la doliente tierra que pisé
aliviando mi alma con cuidado.
Renaciendo a los momentos anhelados
sediento de esperazas aquí volví
sintiéndome feliz y afortunado.
Con afecto.
Menudo cambalache que te has montado tu solita con la publicación del soneto, jaja. Aunque no te hayas esmerado en la métrica la emoción que me ha causado no varía. Precioso el detalle de escribirlo como si fuera yo el que lo hace y lo siente. Muchas veces las cosas improvisadas, aunque estéticamente no estén demasiado cuidadas, llevan una carga emocional que las hace más bellas para el lector, y si este está implicado directamente en el tema, pues ya....¡se caga!.
Como habrás notado, mi escrito tampoco esta nada cuidado en ese aspecto. Tengo tantas cosas en el corazón y en la cabeza de tus raíces, que no se ni por donde empezar (y me quedé con ganas de escribir más, pero no terminaría nunca), como para preocuparme por rimas y métricas. No habría empezado nunca. Sobre mi ciudad nunca fuí capaz de escribir nada, me superan las vivencias, los sentimientos y los lugares y no soy capaz de arrancarme. Hace tiempo tengo pensado escribir una colección de sonetos dividiéndolos bién en lugares o bién en sensaciones o temas en particular. Es una deuda que no puedo palmar sin cumplir, pero se que me costará mucho curro. Esto no lo publicaría, creo que solo me interesaría a mí, sería muy personal, y aburrido para otros. Algo parecido tenía pensado para Sevilla, pero si no cambio de idea no me habría arrancado nunca.
Me encanta que mis cosas te emocionen, pero ¡coño!, no quiero hacerte llorar,jaja. Si mi escrito te sirve para saber algo más de tu raíz, aunque sea de "oídas", y esto te agrada, es una satisfación para mí. Si hay algo que no captas, me lo preguntas. De hablar de Sevilla no me canso nunca.
¡Besazos, Reina hispalense!
solo te dejo constancia de mi admiración por tu Sevilla! - y aledaños!-
que buenooooo!!!
ágora
BRUJILLA bella, la admiración que tu sientes por mi Sevilla nunca superará a mi agradecimiento por tu visita.
¡¡Mil besos!!
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